Una víctima de violencia de género pidió ayuda a la secretaría de la Mujer pero no la encontró
Por los golpes que por varios años le dio su ex pareja, Claudia Rivarola perdió uno de sus riñones y ahora necesita hacer un tratamiento en Córdoba. No puede hacer frente a los gastos y por eso pidió ayuda en el organismo provincial, donde se lo negaron.
Una vecina de Villa Mercedes relató que durante muchos años sufrió violencia de género por parte de su ex pareja. Y aunque ahora están separados, asegura que el calvario nunca terminó.
En declaraciones a El Chorrillero contó que en una de las tantas agresiones perdió un riñón y actualmente tiene complicaciones en el otro. Por eso que debe hacer un tratamiento en Córdoba, pero su situación económica le impide hacer frente a los gastos médicos.
Claudia Rivarola, de 50 años presenta una discapacidad del 95%, por lo cual no puede acceder a un trabajo formal. Depende únicamente de una pensión. Hace un tiempo era beneficiaria del Plan de Inclusión pero la desafectaron por "no presentar certificado a tiempo”.
En medio de todo esto fue a pedir ayuda a la secretaría de la Mujer, Equidad y Género: “Me dieron 3 mil pesos y me dijeron que no molestara en seguir solicitando porque no están para ayudar en eso”. Tampoco le facilitaron un botón antipánico.
“Estoy con un tratamiento médico muy costoso y la obra social Ospía lamentablemente se hace cargo de una parte", dijo.
"Vivo con una máquina para respirar, tuve dos tromboembolismos pulmonares y la semana pasada se me diagnosticó fibrosis muscular. El segundo riñón en cualquier momento puede dejar de funcionar y pasaría a las diálisis hasta que llegue el trasplante”, expuso.
Rivarola también vive “atemorizada” porque siente que su ex pareja puede volver a golpearla.
Es que Rivarola tiene su casa en el barrio La Ribera de Villa Mercedes, igual que el agresor. De él la separan 12 cuadras. “Trato de no salir a la calle sola, vivo encerrada, no me parece justo estar así. Él, pasa en bicicleta por el frente de mi vivienda”, manifestó.
“Hace bastante que vengo con esto, hice 20 denuncias en total pero a él no le importó, rompió perimetrales y la causa se archivó a principio de este año”, aseguró.
Por otra parte señaló: “La Policía lo encontró varias veces dentro de mi casa, pero ni siquiera lo llevaban detenido, sólo le decían que se retirara”.
Explicó que hace más de 30 años se casaron y tuvieron cuatro hijos. Al principio, el hombre no era violento, sino que mostró sus primeros indicios de agresividad siete u ocho años después: “Empezó con una cachetada. Luego eran trompadas, tiradas de pelo y hasta que se sumaron las patadas”.
“Convivimos más de diez años. La Justicia determinó que la Policía lo saque a la fuerza de la casa porque no se quería ir. Eso fue hace bastante, pero no termina esta pesadilla”, aseguró.
“Conté mi situación en la secretaría de la Mujer pero me dijeron que no pueden hacer nada, tampoco hago la denuncia a la Comisaría de La Ribera porque me tratan mal. Estoy a la merced de que me pase cualquier cosa”, acusó.
Por otra parte dijo que su ex pareja es sobrino de un conocido dirigente del Partido Justicialista de Villa Mercedes: “Por eso nunca quedó detenido”.
“La causa se archivó hace unos meses atrás, en febrero, por eso la medida de restricción de acercamiento que tenía, ya no existe. No valgo como persona, eso es lo que siento”, cerró.